La música en todas sus vertientes tiene un gran poder, son numerosos los personajes famosos de cualquier disciplina y de cualquier tiempo histórico que han dejado constancia de la gran importancia que tiene la música sobre nuestra vida, nuestros sentimientos, nuestro interior… Inmensas son las razones que tenían estos personajes cuando así dejaron constancia de sus ideas y así se expresaba el gran escritor español Miguel de Cervantes cuando decía que “la música compone los ánimos descompuestos y alivia los trabajos que nacen del espíritu”. Del mismo modo, el gran filósofo alemán del siglo XIX, Arthur Schopenhauer, también decía que “en la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad”, mientras que el gran filósofo de la antigua Grecia, Platón, mencionaba que “la música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo”. Por último, el novelista ruso León Tolstoi versaba que “la música es la taquigrafía de la emoción”.
Todos ellos conectan la música con lo más profundo de nuestro ser, nuestras emociones, ilusiones, sentimientos, ánimos… Todo ello también está muy unido a nuestro cerebro, a nuestra alma o actividad mental y por ende a la psicología. En este sentido, los profesionales de la psicología, como la psicóloga Leonor Fernández Doménech, a quien nosotros os recomendamos, suelen recetar, entre otras cosas, a sus pacientes que escuchen música y es que esta es una buena forma de tratar trastornos de la ansiedad. Se hace mediante técnicas cognitivas y conductuales que ayudan al paciente a perder el miedo a esos pensamientos involuntarios y que no dependen de él, a aumentar la capacidad para afrontar situaciones que anteriormente evitaba y a mejorar concepto que sobre sí mismo tiene, a la vez que eleva su autoestima.
La música tiene una importante función sobre la plasticidad cerebral, es decir sobre la enorme capacidad que tiene el cerebro de ser capaz cambiar, modificar hábitos o conocimientos predeterminados y aprender cosas nuevas, desechando o prescindiendo de aquella información que no le es relevante. Es por ello por lo que la música se utiliza actualmente con efectos terapéuticos en el tratamiento médico de distintos trastornos como pueden ser, del desarrollo, autismo, demencias, Parkinson, accidentes cerebrovasculares, trastornos emocionales, ansiedad, estrés, etc.
Aunque se entiende que todo tipo de música es beneficiosa para el ánimo de la persona que la escucha, se debe tener en cuenta los gustos del oyente, su estado de ánimo y el lugar en que se escucha. Así, por ejemplo, no es lo mismo una música en un centro comercial que será enérgica, alegre, dinámica y estimulante para incitar a la alegría y al consumo que una música en una sala de espera de un dentista, que deberá ser relajante para tranquilizar al paciente o la música que pueda escuchar una persona con un alto nivel de ansiedad o estrés que lo que intenta es buscar un momento de relajación a través de los compases de la música.
En este sentido, un estudio realizado por neurocientíficos ingleses en el que se intentaba analizar las reacciones cerebrales y fisiológicas de determinadas personas mientras escuchaban diferentes canciones, concluyeron que la canción titulada “Weightless” compuesta por el trío británico Marconi Union en el año 2011 es la canción más relajante que jamás haya sido compuesta, por lo que se considera la canción “perfecta” para relajarnos. Durante la prueba se analizaron los ritmos cardíacos y sanguíneos, la respiración, la actividad cerebral y se concluyó que durante el tiempo que suena la canción el ritmo cardiaco, la presión sanguínea y el nivel de hormona cortisol, relacionada con el nivel de estrés, habían descendido.
El mindfulness, otra buena técnica de relajación
Otra de las técnicas que hoy en día tiene un gran número de adeptos por la calma y paz interior que provoca es el mindfulness o la consciencia plena. El concepto mindfulness hace referencia a la necesidad que tenemos de ser conscientes y estar atentos de una forma intencionada al momento de vivir el presente y cómo lograrlo a través de la meditación. Esta técnica se utiliza actualmente en la psicología contemporánea para centrar la atención de los pacientes en el momento presente y responder de una forma consciente en los procesos mentales que comportan trastornos tan al día como el estrés o la ansiedad. Sus beneficios son múltiples, entre ellos destacamos los siguientes:
- Concentrar y regular la atención. Mediante esta técnica entrenamos la atención de nuestra mente para ser conscientes y vivir el presente.
- Detectar pensamientos. Nuestra mente nos bombardea constantemente con pensamientos del pasado, se anticipa al futuro, haciéndonos sufrir por cosas sentidas en el pasado o acontecimientos que todavía no sucedieron. Por ello debemos ser conscientes de lo que ocurre ahora mismo y aprender a desechar todo lo demás.
- El mindfulness nos ayuda a disminuir la ansiedad al localizar la atención en el momento presente.