En el mundo del famoseo hay muchísimas celebridades con hobbies y afanes coleccionistas, probablemente muchas más que en el resto de círculos sociales. Pero no es de extrañar, ya que para tener ciertos hobbies o ser coleccionistas hace falta tener un mínimo de dinero en el bolsillo y todos sabemos que en ese mundo, el que menos tiene, ya tiene más que tres o cuatro como nosotros juntos.
Ahora bien, hay colecciones y colecciones. Por ejemplo, ¿nos extrañaría que una modelo reconocida como Naomi Campbell fuera coleccionista de muñecas? No demasiado, sobre todo si decimos que hablamos de muñecas Barbie, lo que pasa es que no es ella quien las colecciona en realidad, sino Johnny Depp. ¿A qué ahora os parece más estrafalario todavía?
Mi marido, un aférrimo coleccionista de autos de modelismo (me tiene frita, porque en cada cumpleaños me pide un auto nuevo de Racing Modelismo), creo que tiene incluso menos obsesión que nuestro amigo Depp que ha invertido miles de dólares en sus Barbies (tampoco es que mi marido los tenga).
Se supone que inició la colección para sus hijos y ahora tiene Barbies de edición limitada, además de muñecas hechas a semejanza de estrellas como Beyoncé, Lindsay Lohan o Elvis Presley.
La afición de Tom Hanks me extraña menos, aunque supongo que es exactamente lo mismo. Es coleccionista de máquinas de escribir y tiene unas 200, que viene comprando desde 1978, simplemente porque le gustan.
Leonardo DiCaprio, el temor de las nenas, es un friki de Star Wars, por lo que tiene una inmensa colección de figuras de Luke Skywalker, Jedi´s, Yoda o Dath Vader. Por lo visto inicio su colección cuando era niño, como mi marido, pero no debe estar tan obsesionado como él porque subastó algunas de sus figuras en 2006 para recaudar 101 mil dólares. Mi marido creo que jamás se desprendería de ninguno de sus “autos”. En la despedida de soltero, que le organizaron sus colegas con despedidasdesolteroensantander.com, le montaron una fiesta tematizada con vehículos antiguos y coches de carreras. La verdad es que vi las fotos y era una pasada pero es que a veces me asusta que esté tan flipado con esas cosas. Aunque, por lo que he podido averiguar, le gana en obsesión un arquitecto argentino llamado Sergio Goldvarg, que tiene más de 14 mil modelos distintos de autos a escala. Flipante.
Angelina Jolie colecciona dagas antiguas pertenecientes a culturas de todo el mundo. Una afición que prendió mecha gracias a su madre quien, siendo aún pequeña, le regaló su primera daga. También dicen que colecciona sangre pero eso no me lo creo, serán las malas lenguas ¿no?
Millones de dolares en Cómics
Nicolas Cage es un apasionado por los cómics y, de hecho, debe ser la envidia de muchos pues es el dueño de la primera edición de títulos como Batman o Superman, cuyo valor asciende al millón de dólares. La pena es que tuvo que subastar parte de su colección debido a un bajón en sus finanzas y vendió 400 cómics clásicos a través de subastas que le reportaron más de 1.6 millones de dólares. Claro que si no los hubiera tenido no habría conseguido jamás ese dineral.
Nuestro desaparecido Manolo Escobar coleccionaba arte, algo mucho más inteligente (a mi parecer), pues ya se sabe eso que dicen de que el arte se revaloriza, como el oro pero menos brillante. Su colección era, en su mayoría, de obras nacionales desde los años 70, aunque también tenía alguna que otra obra extranjera. Total, unas dos mil obras de arte.
Ahora bien, la colección más loca de todas es, en mi opinión, la de Katy Perry, quien colecciona pelos. Así, como suena. Tiene pelos de otras celebridades con las que se topa en los camerinos de las grandes galas. Por lo visto es ella misma quien les pide los mechones, o al menos eso dice que hizo con Miley Cyrus y Taylor Swift en una gala de los Grammys.
Ben Stiller, el famoso “Follen” de “Los Padres de la Novia”, colecciona objetos de Star Trek, así que podemos decir que es un Trekkie.
Y hay muchos más: Claudia Schiffer colecciona insectos, Ozzy Osbourne crucifijos, Jay Leno coches, etc.
Yo, como ni soy rica ni puedo permitirme grandes colecciones, me conformaré con flipar con las de los demás, incluyendo la de mi marido. ¿Y vosotros? ¿Tenéis alguna colección?