La verdad es que dices el nombre de Miguel Durán y se te vienen muchas cosas a la cabeza. Si le dejásemos a él, se definiría como un hombre de 57 años, nacido en Azuaga (provincia de Badajoz), en el seno de una familia muy humilde, el quinto de cinco hermanos, residente en Cataluña desde que tenía diez años, aunque con intervalos de seis, que estuvo en los internados de la ONCE, y de ocho, que residió en Madrid dirigiendo esta institución. Y es por esto por lo que más lo conocemos.
Pero Miguel Durán es también abogado de profesión y empresario en el sector de residencias de la tercera edad. Participa en programas de televisión y radio (El Gato al Agua, de Intereconomía; consultorio jurídico en Radio Intereconomía; escribe en La Gaceta; Canal Catalá; etc.).
“Mi estilo de vida es sencillo, trabajo muchas horas al día como abogado en despacho Durán & Durán así como en otros quehaceres y me gusta compartir el tiempo libre con mi familia y mis amigos. Soy de gustos sencillos, básicamente música, literatura, caminar mucho y hacer todo el deporte que es accesible para mí”, dice él. Pero lo cierto es que Miguel Durán, aunque se describa como un tipo sencillo, es uno de los mejores abogados que actualmente hay en España y de reconocido prestigio entre las personas de un cierto nivel que se mueven en un mundo un poco de gama alta por así decirlo.
Por suerte, cuenta con un despacho de abogados tanto en Madrid como en Barcelona al que cualquiera, y no solo las celebrities, podemos acudir. Además, en la actualidad está muy centrado especialmente en resolver los casos relacionados con la llamada estafa de las preferentes.
Han sido muchos los que se han visto afectados por este problema. Gente de todo tipo de perfiles que invirtió en lo que quizás pensaban o les indujeron a pensar que eran productos parecidos a los fondos de inversión o el plazo fijo pero que en realidad resultaron deuda bancaria que les convertía en accionistas. Con la crisis financiera, algunos de estos bancos que vendían preferentes fueron nacionalizados por el gobierno y estas personas afectadas se vieron en la situación de ser accionistas que debían enfrentarse a una quita para poder recuperar (si era posible) parte de su dinero.
Como muchos de ellos fueron en realidad engañados, ya que prácticamente la totalidad de la gente que invirtió en estos productos no era ni de lejos profesional de las finanzas ni la economía, el despacho de Miguel Durán lucha por sus derechos para que puedan recuperar su dinero, y eso es algo que nos afecta a todos los que hemos sufrido esta estafa. Así que no tengáis miedo de acudir a un abogado de prestigio, porque son muchas las personas anónimas que ya lo están haciendo para sentirse bien representadas.