¿Os habéis dado cuenta de la cantidad de celebrities que viven de decir que están arruinadas? Y no hablo sólo de España, que también, hablo a nivel internacional. Que si Rossy de Palma ofrece una entrevista donde confirma que tiene una hipoteca tan grande que tiene sus cuentas a cero, Loles León que no encuentra empleo y tienes problemas económicos, que si Raquel Mosquera, Mike Tyson, Arantxa Sánchez Vicario o Lolita Flores entre muchos más que cobran miles de euros por salir en los medios diciendo que no tienen dinero ¿Vosotros entendéis algo? Yo a veces me pregunto si lo que hacen no debería estar penalizado de algún modo.
Y lo más gracioso es que luego hacen reportajes mostrando sus hogares de no sé cuántos metros cuadrados con lo último en diseño y decoración para todas las estancias de dicha casa o los ves conduciendo coches de unas marcas en las que nosotros no nos permitimos soñar y piensas… ¿conocen las empresas de empeños? Porque hay algunas muy serias y muy buenas como Empeño de Coches donde pueden empeñar esos vehículos de último diseño y sacarse una pasta con la que cubrir más de un agujero. Vamos, eso seguro.
Pero si eres un periodista y los oyes quejarse ni se te ocurra decirles nada parecido a lo que yo acabo de escribir porque entonces se te tiran al cuello y eres y una de las peores personas que ha pisado la faz de la tierra.
Y es que yo, si tengo problemas económicos, lo primero que hago es buscar trabajo de lo que sea. Luego vender o empeñar mi coche y, por supuesto, mudarme de casa si no puedo permitirme la mía. No sé si estoy diciendo tontería so alguno de mis lectores me comprende pero es que me parece tan lógico y de Perogrullo que empiezo a pensar que a estos famoso les falta un hervor si fueron concebidos en cocción o si salieron antes del horno si los hicieron asaditos.
¿Os imagináis diciendo que no tenéis comida en el frigorífico y llorando a mares cuando vivís en una casa de un millón de euros?
Es como los políticos, esos también hacen cosas parecidas. Al final voy a acabar pensando que son de la misma raza humana, esa que sólo piensa en sí mismos, en su categoría social, y darse todos los caprichos a costa del ciudadano medio y que, además, cuando los oyes hablar te empiezan a dar unas incontrolables ganas de vomitar que te obligan a apagar el televisor inmediatamente, vamos ¡ipso facto!.
A veces pienso que sería genial ser psicóloga de estos personajes porque debes enterarte de un montón de cosas a diario y después de cinco o seis años ejerciendo puedes dejar el colegio de psicólogos, renunciar a tu carrera y dedicarte a ir de plató en plató narrando sus desventuras. Seguro que te forrabas en menos que canta un gallo y no tienes que volver a trabajar en tu vida. Y seguro que alguno me vendrá con cosas como “¿Y dónde queda la conciencia”? pero yo respondo que más o menos donde esos personajes dejaron la suya ¿o no?